Etapa 4 -

Resumen de etapa 4 -  Ilmilchil - Iznaguen

13 de Octubre de 2016

Amanece un nuevo día. Son las 7:00 AM. Esperemos que sea distinto al de ayer. Abrimos las contraventanas y parece que el día promete. No hay nubes, parece que no hace aire y... sobre todo... no llueve. El día se afronta mejor así. Desayunamos crepes con mermelada, bollos, te, café, cola cao y cogemos las bicis con la idea de darles un repaso pues ayer terminaron "finas" la jornada. Mi sorpresa (otros lo sabían ya) es cuando me la encuentro limpia y engrasada. Javi, el mecánico, le dio ayer por la tarde-noche un buen repaso a todas . Lo necesitaban. Ya lo he comentado en algún otro momento de esta crónica. Javi es un crack.

Comenzamos la ruta desandando 10 km de la última parte de la etapa de ayer y nos desviamos para ir ganando altura hacia el puerto de hoy: 2.930m., aunque salimos de Ilmilchil, que se encuentra a 2.200m. de altura. La diferencia parece no ser mucha pero pedalear a esta altura de forma continuada requiere un esfuerzo extra y no nos ha dado tiempo para preparar nuestro cuerpo. 
A pesar de eso, la subida promete ser buena. Busco mi ritmo, sin dejarme llevar por el de los colegas de ruta, lo cual es bastante difícil porque me obliga a pedalear sólo en bastantes tramos nuevamente.
Tras una breve pero contínua subida, llegamos al km. 30 donde paramos para avituallarnos y comenzar el último tramo cronometrado del raid. Ya son pocos los que se animan a hacerlo y quedan para salir los últimos y de esa forma hacer una menor espera en la cumbre los que antes la coronen, tras 29 km de tramo cronometrado.
Han sido 29 km duros pues no hay prácticamente ningún llano, ni falso llano y mucho menos bajada en esa distancia. El catarro no ayuda y me cuesta respirar pero, como dije, cojo mi ritmo, lo mantengo, no lo suelto y hago cumbre. No sin esfuerzo, como se ve en la foto de la llegada. Otros llegan y son capaces de coger la bici y levantarla sobre sus cabezas. Yo me doy por satisfecho de seguir montado sobre la bicicleta... Ufffff!!!!!
Llegada agónica al puerto
Pedaleé unos 5 km con Simeón (uno de los maños) y fueron muy agradables, compartiendo charla y sensaciones.
Josera y Luis también fueron compañeros en varios momentos  e hicieron la subida más llevadera.
Contemplando el cañón
La bajada desde el puerto es, sencillamente, impresionante... 17 km de bajada continua, por pista, rectas... curvas... herraduras... Hay que ir con cuidado. si te sales en una curva el golpe es eso... "el golpe"... sólo uno.
Tras estos 17 km llegamos al campamento de hoy, en Iznaguen, donde la gente de intendencia ya nos tiene montadas las tiendas. Un lujazo. Duchita salvaje (la última) y a merendar...
La organización monta la entrega de premios y sorteo de regalos poco antes de la cena, lo que viene de lujo porque estamos acampados en un cañón donde hace un frío que pela. Todos juntos el frío se nota menos.
Risas en la entrega de premios
Los 3 primeros clasificados

Reconocimiento a los participantes, a los mejores clasificados en los tramos cronometrados y reconocimiento también al personal de la organización encargados de la cocina, intendencia, conducción,... La verdad es que han estado por encima de lo esperado por mi. Todos, sin excepción.
No es un pais fácil para moverse y reorganizar tareas sobre la marcha, pero lo han conseguido hacer con nota. Enhorabuena!!!
Tras la cena, en la que se repite nuevamente el tajín (hoy de pollo y verduras) y una crema de zanahorias y calabaza, nos vamos rápido a la cama pues mañana está previsto que comencemos la ruta a las 5:30 de la madrugada para llegar pronto a meta. Tenemos, además, un buen trayecto en bus hasta Marrakech.
Sale la luna en el cañón de Iznaguen
Esta noche el espectáculo visual para mis ojos y con cuya imagen me acuesto es la salida de la luna tras las montañas del cañón donde estábamos acampados. Silencio... todo el mundo mirando y sin decir nada... sobrecogidos por la grandeza del espectáculo. La luna buscaba su hueco, llena, plena, para nosotros solos. Tan sólo por esta imagen valdría la pena haber venido. La montaña rodea el valle en el que nos encontramos como si quisiera abrazarnos, y lo hace. Ha habido tantas imágenes como ésta y tan bellas como ésta que es difícil escoger una solo, de manera que como tengo la fortuna de haber venido y haberlo vivido en primera persona, me las quedo todas. Y os aconsejo escaparos por aqui en algún momento porque no os decepcionará en absoluto.

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